usaid-logo

Integración y confianza

Volver a la tabla de contenidos

La integración facilita por intermedio del juego, el acercamiento al otro protegido por la consigna. Todo trabajo de integración es de alguna manera un “rompe hielos” que nos permite navegar en aguas más fluidas. Es así que en cuanto la persona sienta la pertenencia a un grupo va a poder mostrarse sin tantos tapujos y se permitirá equivocarse, ya que si la integración es buena, el error será tomado como una instancia más del proceso de aprendizaje compartido. 

Por otro lado, la confianza es el resultado de un largo proceso grupal que tiene como fin crear condiciones adecuadas para que el alumno se entregue al proceso de aprendizaje. Con lo anterior no nos referimos a la necesidad de generar una amistad ni un romance, sino que debemos aprender a respetarnos, escucharnos, conocernos con nuestros vicios y virtudes, poder interactuar libre de prejuicios, ser permeables a los cambios que implica el aprendizaje, es decir, asumir que nos encontramos en un espacio donde “todos por igual” vinimos para aprender. Así mismo es igual de importante desarrollar la confianza corporal y poner en juego al cuerpo, por lo que debemos confiar en él. 

Uno para todos

El coordinador pedirá que se desplacen por el salón aplicando cualquiera de las variantes de ejercicios de desplazamiento. En un determinado momento pedirá un stop, al que todos responden congelando inmediatamente. Un compañero cualquiera reiniciará la marcha y todos la reiniciarán con él. Al detenerse otro cualquiera todos deben hacer stop. Así sucesivamente el grupo irá deteniéndose y reiniciando el desplazamiento. Como variante de este ejercicio se les pedirá, que quien reinicie la marcha proponga diferentes dinámicas de desplazamiento (niveles, velocidades, ritmos, con sonido, mínimo o máximo espacios, etc.). 

Como progresión del mismo, en el caso de tener paridad entre varones y mujeres se les pedirá que en simultáneo y colectivo realicen el uno para todos por sexo. Lo cual permitirá un mayor y más profundo desarrollo del registro y de la adaptación. La forma de dividir en dos grupos Puede ser cualquier otra. 

El duende

Este ejercicio es una variante del ejercicio anterior. Todos juntos se desplazan por el salón y a la señal de stop deben detenerse y cerrar los ojos. Un compañero, designado por el coordinador abrirá los ojos y hará de duende. Su tarea consiste en deambular por los espacios vacíos que dejan los compañeros ya sea entre sí o a partir de la postura. Si alguno de los que están con los ojos cerrados lo detecta 0 percibe, ya sea por el sonido, la respiración, la temperatura, el olor, etc., deberá levantar la mano. Si es verdad se reinicia la caminata. Nuevamente stop con ojos cerrados y el descubridor hará de duende. En caso de que el grupo sea muy numeroso les recomendamos incorporar más de un duende. 

Puntos de apoyo 

Este trabajo, si bien es una variante de los desplazamientos, es fundamental que le brindemos un espacio determinado, dado que vamos a focalizar la atención en los apoyos. Esto implica ya no solo el tránsito por el espacio, sino que el sujeto va a trabajar hacia un mayor registro propio. 

Piso: con la punta de los pies, en cuatro patas, de espaldas, sentados, etc.; paredes: máximo de cuerpo apoyado, mínimo, rebotes, etc.; combinados piso y pared; con los compañeros: espalda con espalda, unidos sutilmente, asimétricamente (codo con oreja), etc. 

El elevador

or parejas se sientan en el piso apoyando espalda con espalda, al máximo posible. Sin utilizar las manos deberán pararse al mismo tiempo para luego sentarse. Es importante en este ejercicio que los integrantes de la pareja tengan la misma contextura física. 

Esculturas

Previamente el coordinador debe traer preparadas tarjetas que indiquen diferentes estructuras proponiendo calidad y cantidad de puntos de apoyo. Luego, el grupo se divide en parejas, a cada una se le entrega una tarjeta, con la cual deben componer una escultura, sin agregar ni sacar ningún punto de apoyo. Es decir, entre ambos deben apoyar sólo lo indicado en la tarjeta. Luego se puede volver a barajar y entregar otra tarjeta a la misma pareja, dado que con los mismos datos se pueden componer infinidad de esculturas. 

Esculturas en silencio

Este ejercicio es una variante del anterior. Se trabaja con música, el grupo se desplaza al compás de la misma, desarticula, se despereza, respira, emite sonido si es necesario. Cuando la música se interrumpe cada uno debe buscar un compañero y escuchar atentamente la lectura que realiza el coordinador de una tarjeta. Luego deben armar la escultura. Cuando vuelve la música retoman la caminata y así en cada silencio se dará lectura a otra tarjeta. Una variante posible es que mientras está la música el coordinador anuncie el número de personas que se deben agrupar.

Tren de los nudos

Se le pide al grupo que forme una ronda, tomados de las manos, luego, el coordinador abrirá la misma en una parte, designando a uno de los compañeros cabeza y a otro cola. La cola será el último vagón o el vagón de cola y el primero la locomotora. Por supuesto que los vagones no se podrán mover si no son tirados por la locomotora. Esta tiene como objetivo realizar nudos en el mismo tren, esto implica que en su desplazamiento se irá enredando, “haciendo nudos” con los demás compañeros. Los vagones no se pueden soltar y deben seguir fielmente el recorrido de la locomotora. Esta formación férrea pasará por túneles, puentes, viaductos, rulos y todo recorrido diseñado por el conductor que atraviese los espacios libres entre los compañeros. Una vez que por tal madeja la locomotora ya no puede avanzar se le pide que rehaga el camino a la inversa con el objetivo de desatar los nudos. 

Conformada la ronda inicial, la locomotora pasa a ser vagón de cola y el primer vagón pasa a ser locomotora. Si el grupo es muy numeroso, se lo divide en subgrupos. El primer paso entonces será igual, pero luego se les sugiere que pueden entrelazarse también con los otros trenes. En otra instancia, como variante de la misma le podemos pedir al grupo que en ronda tomado de las manos y sin soltarse, saluden con un beso a todos los compañeros en el menor tiempo que les sea posible y con el mayor de los cuidados. 

El caracol

Se hace una ronda tomados de las manos, se abre la misma en algún lugar. Luego se le pide al primero que se enrosque alrededor del compañero contiguo y así sucesivamente. Una vez que el grupo todo quedó en un abrazo espiralado se le pide al primero, intentando modificar el espiral lo menos posible, que salga y observe. De esta forma deben ir saliendo todos. Como variante de este ejercicio se les pide a los que salen, que se integren al espiral por la periferia, abrazándolo lo más posible. 

Vóley

Distribuimos al grupo en dos equipos con aproximadamente la disposición para un partido de vóley (la misma disposición pero con la cantidad de integrantes que el grupo tenga), creamos el “como si” hubiera una red que los dividiera. Con el saque característico inicia un compañero tirando la pelota hacia la otra cancha debiendo decir el nombre del compañero al que va dirigida. En la cancha una vez recibida la pelota, se deben hacer los tres pases, siempre enunciando el nombre del compañero que debe tocarla y luego se pasa hacia el otro lado. Cada vez que un jugador no enuncia el nombre del receptor se considera punto para el otro equipo o y se le da el saque. Se puede trabajar con una pelota de verdad, con un globo o con una pelota imaginaria. Recomendamos respetar esta progresión acorde con las características de cada grupo. 

  • Vóley cantado: es una variante del anterior, la dinámica del juego es la misma pero se debe enunciar el nombre cantado como si fuera: ópera; tango; rap; etc. 
  • Vóley con todo el cuerpo: igual dinámica pero se le agrega que cada toque de la pelota debe realizarse con cualquier parte del cuerpo, exceptuando las manos. Otra opción es que no se repitan las mismas partes del cuerpo con las que se toca la pelota. 

El reportaje

Se los dispone en ronda y se le pide a cada uno que piense cinco preguntas que le haría a alguien que no conoce. Luego, se distribuyen en parejas y cada uno debe hacérselas a su compañero. Una vez terminado el reportaje, de a uno pasarán y presentarán a su reporteado bajo las siguientes características: como conductor de un programa de radio; como presentador de programa de ópera; como conductor de un programa de documentales; como conductor de un programa deportivo, etc. 

Cuidar las espaldas

Un compañero, parado de frente a una pared, a una distancia de aproximadamente 30 cm o una baldosa, se le pide que se deje caer hacia atrás donde lo espera para recibirlo otro compañero, el que suavemente con sus manos abiertas amortigua la recepción y lo lleva hacia la posición inicial. Es importante que la posición del receptor sea con una pierna atrás y otra adelante (para lograr una base de mayor estabilidad y fuerza), que sus manos estén a la altura de los omóplatos del compañero (para que al recibirlo no provoque quiebres en su columna y le dé mayor seguridad). La distancia entre las manos y la espalda del compañero se irá aumentando a medida que se crea confianza entre la pareja. El, compañero frente a la pared tiene sus manos abiertas a la altura del pecho y al llegar a la misma se da un suave envión hacia atrás. A medida que van rotando los roles se puede probar que el que realiza el vaivén, cierre los ojos (para perder la noción del espacio). Una variante de este ejercicio es que el que realiza el vaivén llegue a flexionar su cadera y con la ayuda del compañero, que lo sostiene desde las axilas, sentarse en el suelo. 

El péndulo

Variante del anterior, pero reemplazamos a la pared por un compañero. El del medio relajado pero sin perder su posición de parado se deja caer hacia atrás y hacia delante.

Los cuatro puntos cardinales

Cuatro compañeros colocados en los puntos cardinales mirando hacia el centro del cuadrilátero y un compañero en el centro que se deja caer hacia cualquier lado. Es importante que el compañero del centro mantenga su posición de erguido, que esté relajado y que esté con sus pies juntos bien apoyados, sin caminar. Se debe intentar que todos transiten por la experiencia de recibir. En este ejercicio, si el grupo se encuentra preparado, se puede aumentar el número de integrantes; es importante que la rueda no sea de más de ocho participantes, dado que si no la distancia entre el ejecutante y los receptores sería mucho mayor que el largo de sus brazos. 

Los paracaidistas

Todos en ronda, tomados mano-muñeca de los compañeros contiguos y con una apertura de pies básica (igual distancia entre los pies que la existente entre hombros) se les pide que estiren sus brazos e inclinen su cuerpo hacia atrás sin quebrar la columna, sosteniéndose por el grado de tensión de la ronda. Luego vuelven al eje y se les pide que apoyen palma con palma aproximadamente a la altura de los hombros con los compañeros contiguos y que trasladen el eje hacia delante sosteniéndose por la tensión de la ronda. En una segunda fase se agrupan de a 5 ó 6 compañeros y jugarán con estas posiciones cambiando el nivel, la cantidad de puntos de apoyo, buscando nuevos equilibrios grupales, como paracaidistas en el aire. 

El pulpo

Se realiza con un compañero acostado en el piso y otros cuatro que toman cada uno una extremidad y la masajean conjuntamente. Se le puede pedir al que está acostado que cierre los ojos, para que disfrute del masaje y pierda el control sobre quién masajea qué. 

El salto al vacío

Aparece como una variación del anterior y es uno de los ejercicios más complicados y difíciles de realizar. La posición del grupo que recibe es la misma, lo que varía es cómo se arroja el compañero hacia la red. Este lo va a realizar de espaldas y elevado sobre un practicable o mesa a la altura de las manos de los compañeros de la red. Con los talones juntos y el cuerpo erguido, a la orden del coordinador se deja caer con los brazos pegados al cuerpo hacia la red. Se puede realizar con los ojos cerrados. 

Sin parar

De a uno por vez deben pasar y comenzar a hablar de un determinado tema; si en el transcurso del discurso varía el tema, esto no es de mayor importancia, sino que lo que debemos tomar en cuenta es el tiempo que cada uno logra estar hablando frente a los dema?s. Si es necesario, se le puede sugerir que accione con uno o más elementos. El coordinador debe tomar el tiempo de cada compañero y luego decírselo. El objetivo dé este juego es que logren la mayor exposición personal frente al grupo. Este trabajo, si bien implica la confianza, no es de confianza corporal como la progresión antes desarrollada.